martes, 18 de noviembre de 2008

Txeroki

Una buena noticia. Solo quería comentar la relación entre detenciones y el estado de la pirámide jerárquica etarra. La promoción interna no se hace por métodos democráticos. En una organización militar y además clandestina, la democracia es inexistente. Los sistemas son de dos tipos. Por una parte asciende quién tiene una brillante ejecutoria militar, quién es capaz de ampliar sus redes, quién se convierte en indispensable. Por otro lado, como en cualquier tipo de lucha militar y clandestina, las bajas aparecen y el horror vacui producido consigue un viento jerárquico ascendente que rellena rápidamente los huecos.

Cuando una organización está en decadencia el segundo método es el que predomina. Obviamente los servicios de inteligencia pueden influir en la composición de los órganos de dirección. No tienen más que detener a los más duros para que se queden los menos duros o también detener a los razonables para que se queden los más tontos y brutos. Cualquiera, a quién le haya dado por leer novelas de espías, sabe que esto suena muy razonable. Claro que eso también se convierte en un arma de la lucha interna. ¡Qué tal facilitar la detención de alguien de la otra tendencia! ¿Cómo resolver los atascos en las discusiones si no hay un órgano democrático para ello? Si fuera etarra empezaría a tener mucho miedo de mis propios compañeros. No sería la primera vez que esto sucede dentro de una organización terrorista.

Si que es verdad que hay otros métodos: el que emplearon con Pertur.

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