La idea de monarquía es muy anterior a la de ciudadanía. La idea de monarquía está más bien ligada a términos como vasallo, siervo, subdito, esclavo. Mientras que ciudadano evoca derechos, súbdito lo hace con los deberes. La monarquía nació como absoluta y los súbditos estaban sometidos a la absoluta voluntad real.
Está visto que la ciudadanía puede ser compatible con un régimen monárquico. Ahí están las monarquías nórdicas para demostrarlo. Al tiempo, tenemos regímenes republicanos totalmente absolutistas, donde incluso hay una saga familiar de gobernantes. Véase que en Cuba es mucho más aplicable el concepto de súbdito que el de ciudadano.
Pero, a pesar de todo, sigue habiendo conflicto entre ciudadanía y monarquía. El Rey o la Reina, pues es ella la que provoca estas reflexiones, no son ciudadanos. Aunque ciertamente tienen privilegios que otras gentes no disfrutamos, a cambio carecen de algunos derechos ciudadanos. La publicación del libro sobre la Reina Sofía lo ha puesto de manifiesto.
Podemos pensar que dadas las circunstancias, es mejor que la Reina no tenga libertad de expresión. Porque, para oír las opiniones super carcas que tiene, la verdad, es mejor que se calle. Pero no pienso así, yo prefiero que que tenga toda la libertad del mundo. Yo prefiero que sea una ciudadana más. Yo prefiero, en definitiva, que deje sus privilegios y también de ser reina. Eso de la monarquía la verdad es que no me gusta un pelo.
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