El nombre de Jaraba al parecer viene del árabe (bebida abundante) y eso, ¡Doy fe! no falta en Jaraba. Ni las aguas medicinales que vienen de los manantiales que dan origen a la riqueza del pueblo en forma de plantas embotelladoras y balnearios, ni tampoco las alcohólicas con las que te obsequian los amigos. Todas son abundantes.
La industria del agua hace que, un municipio situado en área rural, tenga una demografía positiva y más puestos de trabajo que población activa. El ayuntamiento ha podido promover desde wifi público para permitir acceso gratuito unversal a Internet, así como televisión por cable que les ha llevado a disfrutar durante años de una señal televisiva de un calidad inencontrable en la capital.
Los balnerios tienen (al menos uno de ellos -el que visité-) unas agradables instalaciones y permiten disfrutar de los baños mientras uno mira el paisaje. Pero aparte de los balnearios, en el pueblo hay una fuente en la que se puede beber el agua que proviene del manantial directamente. La gente viene de los pueblos de alrededor a rellenar garrafones para llevarselos a casa. El abastecimiento urbano se sirve de agua clorada, por si acaso. Y esta fuente es la única que no tiene cloro. La autoridad competente obligó, en su día a que figurara un letrero de "agua no potable". El letrero ha desaparecido.
Las setas abundan. Véanse estas "negrillas" y "robellones" que crecen en lugares ocultos. Lugares que no se descubren unos vecinos a otros. Lo que yo garantizo es que las setas tienen muy buen sabor.
El paseo es otra de las actividades posibles ya sea en bici o andando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario