El PNV en su Alderdi Eguna anunciaba la realización de una cadena humana de Gernika a Vitoria-Gazteiz. En un post anterior alertaba de las dificultades de la acción. Era posible, pues en la historia del PNV han conseguido movilizar ese número de personas. Pero por el planteamiento del acto no cabían muchas trampas, hacía falta un número mínimo de personas para hacerlo.
Ahora se ha transformado el acto. Ya no es un acto del PNV, ahora es del 3+1. Son más, pero el acto es menos ambicioso. Ha podido la sensatez y el miedo al riesgo. Se trata de seis concentraciones de personas que formarán palabras humanas. Seis palabras: Euskal, Herria, Bakea, Bai, Erabakia, Bai (Pueblo Vasco. Sí a la Paz. Sí a la decisión) que resumen la consulta. Y, esto es la parte moderna, hará falta un helicóptero para poder ver el efecto conseguido. No será una demostración de fuerza, ya no puede serlo. Se limitará a disimular que este asunto de "la consulta" mueve cada vez a menos gentes. Será también una ocasión para constatar la distancia que hay entre la retórica y los hechos. Cuando la retórica se aleja de la realidad hace falta un helicóptero para que lo imaginado se haga real.
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