miércoles, 1 de octubre de 2008

Rescate

No sé si la operación de rescate del sistema financiero va a llegar a funcionar, pero el concepto de rescate me trae el recuerdo de historias de las guerras de la Edad Media. En el Asia Times se publica una carta en donde se hace esa comparación. Resumo y traduzco lo que dice su autor Kali Kadzaraki.

En la Edad Media los miembros de la nobleza luchaban por tierra y oro o incluso por el solo placer de pelear. Muchas veces los caballeros con sus armaduras no morían en la batalla, eran capturados y devueltos después del pago de sustanciosos rescates. Por ejemplo el famoso Ricardo Corazón de León tuvo que pagar un buen rescate al emperador Enrique VI de Alemania. A veces el rescate incluía la cesión de territorios hacia el vencedor. Los soldados rasos, que ya se sabía que no eran capaces de juntar el dinero de un rescate, eran masacrados en el mismo campo de batalla o sometidos a la esclavitud. Pero mientras esperaban el pago del rescate, cosa que se podía demorar, los nobles prisioneros disfrutaban de un régimen penitenciario suave, siendo muchas veces tratados como "hermanos" por sus captores. Los reyes prisioneros no pensaban en los múltiples desastres provocados por su incompetencia y avaricia: ruina, hambruna, enfermedad, ignorancia, etc.. "Rescátennos" gritaban los reyes "o el reino está destruido". Pero quienes lo habían destruido eran precisamente ellos.

Ahora en los tiempos modernos, la nueva nobleza de Wall Street y los barones de las grandes corporaciones se enganchan en múltiples batallas de fusiones, compras, muchas de ellas sin mucho sentido, llevando a sus compañías a la ruina. No importa mucho porque, aunque los trabajadores de las compañías van al paro, los responsables disponen de contratos blindados, los llamados "paracaídas dorados". Pero por supuesto los ejecutivos no piensan en los múltiples desastres provocados por su incompetencia y avaricia: pobreza, paro, disminución de las políticas sociales. "Rescátennos" lloran los ejecutivos "o la economía está destruída". Pero quienes la han destruído han sido precisamente ellos.

¿Habrá algún noble que diga: para los de los "paracaídas dorados" no hay rescate?

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