Viendo la llegada de los marchadores hay que llegar a la conclusión que lo que hacen no puede ser muy sano. Y eso es independiente de que se dopen o no. De hecho muchos deportistas de elite no tienen una vida más larga que la población en general. Sin embargo curiosamente su actividad, que a veces parece inhumana, contribuye a la mejora de la salud de la población en general. El esfuerzo de Indurain contribuyó mucho a la difusión del ciclismo dominguero.
Pero el deporte de elite no podría vivir sin publicidad y la publicidad necesita que los vehículos del mensaje, sean sanos y honrados.Y ahí aparece el 'doping' . Quien usa "doping" no es ni "sano" ni "honrado". No es "sano" porque ayudar a sobrepasar los límites de lo humano tiene un precio en salud. Y no es "honrado" porque no es competición limpia el que unos funcionen con "diesel" y otros con "super". Basta mirar lo que ha hecho el equipo ciclista Saunier Duval cuando se descubrió el positivo de Ricco.
Cuando el Tour o el Comité Olímpico pelean contra el doping están defendiendo su espectáculo. En realidad lo que más les importa es que la competición aparezca como igualitaria. Lo que uno coma, las medicinas que uno usa influye sobre el rendimiento físico. Pero lo mismo que existe con las drogas las hay legales e ilegales. Compárese el alcohol con la marihuana. En el pasado había ciclistas que decían que se dopaban con chuletas y seguramente más de un atleta africano alcanzaría mejores resultados con este tipo de "doping". No está claro que tampoco, al menos en ocasiones, la ingestión de substancias prohibidas sea perniciosa para la salud. A veces estas substancias pueden permitir una mejor recuperación después de un esfuerzo continuado.
Lo que es definitivamente insano es la dureza de la competición, necesaria para que el espectáculo funcione. ¿Por qué las etapas del Tour transcurren a las horas que el sol está más alto? No será desde luego por la salud de los ciclistas. Les vendría mejor salir de mañanita temprano. ¿No sería mejor para la salud que las etapas fueran un "poquitín" más cortas. ¿Es sano que niñas gimnastas retrasen la llegada de la regla a cuenta del sobreentrenamiento? ¿Son sanos los cuerpos construídos de levantadores y levantadoras de peso? Así al menos parte del discurso anti-doping es un discurso hipócrita. No se defiende lo mejor para la salud de los deportistas, sino lo mejor para el espectáculo. Mejorar la salud de los deportistas profesionales es un objetivo interesante y el control antidoping ha sido un buen paso, pero cuidemos también otros aspectos.
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