Siglo 21

La última semana he estado en Berlín en  la conferencia de RailsConf Europe 2008. Para quienes no conozcan nada del tema diré que nada tiene que ver con los ferrocarriles sino que tiene que ver con una manera de construir aplicaciones y servicios webs llamada Ruby On Rails (Ruby sobre raíles). Es una manera diferente de construir webs que se empezó a desarrollar hace ahora unos 5 años. Quien quiera saber algo más de este sistema puede mirar en la web de Ruby On Rails.

Pero el objeto de la reunión es ahora secundario. De lo que quiero hablar es de el ambiente y procedimientos de la conferencia. Era una reunión del siglo 21, toda la sala "conectada". Si alguien hablaba de un producto podía inmediatamente verlo en la web en su portatil. No se repartían en papel las presentaciones, sino que se ponía su versión electrónica en la web . Si alguien quería tomar notas de algo, que no estaba en las presentaciones, sacaba su teléfono, muy probablemente un iPhone, y le hacía una foto a la pantalla de la presentación. Los cambios de horario, aunque por supuesto estaban en carteles y eran comunicados oralmente, también se actualizaban  en la web. Instrumentos como Twitter, que proporciona mensajes cortos públicos, eran utilizados para dar avisos. No había gentes que manejasen Windows (al menos yo no vi a nadie) aunque si había referencias a compatibilidad de tal o tal cosas con los productos de Microsoft. Por supuesto no había discursos o apadrinamientos de ninguna autoridad política o parecido. Todo esto que cuento se hacía sin darle ninguna importancia de "lo electrónicos y modernos que nos hemos vuelto", sino que transcurría con total naturalidad.

La conferencia era también un mercado de trabajo. Las empresas ofrecían trabajo y los freelancers y autónomos ofrecían también sus servicios. En un momento en que el capital humano es uno de los principales activos de las empresas, la búsqueda y captura del programador eficiente y creativo era uno de los trabajos de los cazacerebros. El mercado de trabajo cambiado. No era el proletario vendiendo lo único que tiene: su cerebro y su fuerza de trabajo. Eran más bien las empresas, buscando lo que desde el punto de vista empresarial es el mayor capital: inteligencia y capacidad de trabajo.

Por otro lado también era el reencuentro (o primer encuentro, tal vez) de personas que se que aunque se relacionaban en la red, tal vez cotidianamente,  se veían muy poco. Cosas negativas, la baja presencia de mujeres, que apenas tuvieron intervenciones.

¿Mi sensación? estupenda. Primero ver a una gente joven hablar con entusiasmo y autoridad. Estar en un lugar donde se discute de lo último, de algo a nivel mundial (aunque sea un tema relativamente irrelevante), te da la sensación que por unos días te has marchado de verdad del paisito.