miércoles, 7 de enero de 2009

¿Se puede romper el círculo?

El profesor de filosofía política Michael Walzer escribió hace 30 años que
Primero la opresión es la excusa para que haya terrorismo, pero luego el terrorismo es la excusa para que haya opresión
Esta frase tiene el mismo sentido que aquello de la llamada dinámica acción-represión de nuestra tierra, pero con el punto de vista opuesto.

Seguramente tanto la frase de Walzer como lo de la dinámica sirven para describir el desarrollo de los hechos en el conflicto palestino israeli.

Alguna gente ha podido pensar que dos democracias nunca pueden entrar en guerra entre sí. De modo que cuando los conflictos aparecen se tiende a afirmar que suceden porque al menos una de las partes no es lo suficientemente democrática. Pero es claro que el principio, aunque tranqulizador, es radicalmente falso. El conflicto en la etapa actual está liderado por fuerzas elegidas democráticamente. Las elecciones del 2006 en la franja de Gaza fueron libres y limpias. Y no cabe ninguna duda que la mayoría de la población de Gaza tiene unos grandes sentimientos de hostilidad hacia el Estado de Israel. También es claro que en Israel la democracia funciona.

Curiosamente la parte de Palestina que controla la Autoridad Palestina es la que tiene menos legitimidad democrática y sin embargo es la parte más negociadora. Ahora la democracia, las elecciones democráticas de Israel, han precipitado la sangrienta invasión de Gaza. Las elecciones de Israel del 10 de Febrero se juegan entre el halcón Binyamin Netanyahu y la moderada Tzipi Livni. Cada cohete de Hamas aumentaba las posibilidades de Netanyahu. Livni ha contratacado electoralmente apoyando la invasión de Gaza. De modo que si gana las elecciones sabremos que lo hará por encima de los centenares de cadáveres, niños incluídos, de la invasión y bombardeos de Gaza.

Ahora esperemos que los israelís comprendan que con invasiones salvajes, como las que están realizando, no fortalecen su posición y que la población de Gaza entienda que lanzar cohetes, casi al azar, impide que aparezca una posición en favor de la paz en la población israelí .

Llegan noticias sobre la posibilidad de un próximo alto el fuego que no se acaba de concretar. Tengo la esperanza de que lleguen una situación donde en que Hamas tenga menos excusas para tirar cohetes y organizar atentados y que Israel también tenga menos para bombardear e invadir.

Ver editorial del Independent

1 comentario:

Anónimo dijo...

El problema radica en el hecho de que, demasiadas veces, el terrorismo y el contraterrorismo, son actividades lucrativas desde un punto de vista político (y no sólo) para no pocas élites socio-políticas.
Y mientras el terrorismo y el antiterrorismo sean rentables para esas élites.
¿Cabría imaginar a Hamas o, sobe todo en el pasado pero también en el presente sin la violencia terrorista del Estado de Israel? ¿Cabría imaginar el exclusivismo nacional con tantas derivas terroristas del Estado de Israel sin la actividad las organizaciones terroristas palestinas apoyadas primero por el bloque soviético y, luego, por el bloque islamista?
A estas alturas de la película saber quien tiró la primera piedra so es lo más importante. Si es importante, en cambio, saber quienes son las víctimas de ese entrecruzamiento de intereses terroristas y antiterroristas de les élites belicistas de unos u otros colores: la gran mayoría de la gente palestina que tiene que sufrir la crueldad del Estado israelí y la corrupción, el sectarismo y muchos otros ismos malos de sus propios gefes