Subciudadanos

La cuna de la democracia Grecia tenía ciudadanos, pero también otras personas con menos derechos, incluso sin ellos. Nuestra democracia también tiene subciudadanos, los sin papeles, gente que tiene muchos menos derechos que los que tenía un súbdito español durante la dictadura franquista.

No tienen derecho a votar, como sucedía durante el franquismo, pero tampoco pueden apoyarse en las leyes laborales y cuando se enteran de su condición de inmigrantes les ponen todo tipo de pegas para acceder a una vivienda.

Contaré un caso que he vivido en primera persona. Conocí a una gente de un lugar de Nicaragua, cuando estuve ejerciendo de cooperante. Vivían en un pueblo donde para cada coche había tres caballos, aun cuando la mayoría de los habitantes no tenían ni lo uno ni lo otro. Cuando iba a volver, alguna de mis amigas me dijo que quería venirse a España. Tanto mi mujer como yo hicimos lo que pudimos para convencerle que no viniera.

Le dijimos que aquí la vida podía ser muy dura. Que no era fácil encontrar trabajo. Que aunque los sueldos podían parecer al cambio altos, los precios eran mas altos aún. Que hacía mucho frío, etc.. No sirvió para nada. Juntó dinero, con una prestamista que le cobraba 10% ... al mes y así se pudo pagar, tanto el dinero para justificar que disponía de fondos para pagarse unas vacaciones, como el billete de ida y el de vuelta que necesitaba para que le dejasen entrar. En su Nicaragua dejó a un niño de tres meses y otro de siete años a cargo de la abuela.

Aquí se presentó y luego aparecieron meses más tarde, otros miembros de su familia. Ahora Bilbao es su habitat, pero no es una tierra de derechos. No hay derechos laborales. Trabajan sin ningún contrato, reciben el pago en metálico sin ningún justificante. En unos casos se han encontrado con buena gente que les da buen trato, en otros no es exactamente así. Pero esto siempre será, en el mejor de los casos, un concesión del empleador, no un derecho de mis amigos. Unos no encuentran trabajo de jornada completa. Pero otro trabaja, sin ningún día libre, tantas horas como las que proponía la derrotada propuesta de jornada europea. Naturalmente con un salario de un coste menor que la mitad que le costaría al empleador con un contrato legal. Después estudia en una academia de formación profesional. Los 300 o 400 dólares que llegan a su familia lucen en Nicaragua. No hay nóminas, pero los envíos son una prueba de que trabajan. Si alguien les despide les resultará difícil demostrar que haya existido una relación laboral. Todo esto que cuento es rigurosamente cierto. Si no doy datos concretos es porque no les quiero crear problemas.

Se quieren cambiar de casa y les estoy ayudando a ello. Buscan un piso de 800 o menos euros, de tres habitaciones y que esté razonablemente comunicado. Ayer llamamos a varios teléfonos de agencias inmobiliarias, buscábamos los pisos por internet o por el periódico. Para cuando llamábamos nos encontrábamos o que el piso ya lo habían alquilado o que carecía de las características pedidas. Hasta aquí la odisea de cualquier familia española que tiene pocos ingresos. Aunque a los nacionales también les queda el camino de los pisos de protección oficial.

Pero nuestro caso tiene bemoles. Cuando encontramos un piso que cumple características y después de una breve charla, nos dicen que los propietarios solo quieren inquilinos "nacionales". Eso en dos agencias diferentes.

Hoy, martes, hemos visitado otra inmobiliaria. En este caso no había dificultades. Unicamente la propietaria pedía un aval de un año, pero no había problema, se lo podíamos dar. A la agente inmobiliaria le parecía todo bien. Visitamos el piso y era adecuado. Estábamos más felices que unas pascuas. Pero faltaba un detalle, el visto bueno final de la propietaria. Fue negativo. Ni siquiera le pudimos ver la cara. Aparte del aval quería que presentasen una nómina. Así que seguimos sin casa.

Por eso quiero pedir a mis lectores del área de Bilbao: Si alguien sabe de algún piso de 800 o menos euros, que me deje un comentario. Son buena gente y cuidadosos con las cosas. Conozco a sus madres y abuela y si hace falta poner un aval se pone.