viernes, 2 de enero de 2009

Turismo industrial(izado) II

Como decía en el anterior post Gargamel cumple las características del guía perfecto. No sabe gran cosa de lo que explica. En vez de mostrarnos las cosas interesantes para ver ,se dedica a dar todo tipo de explicaciones más o menos absurdas, pero siempre simples de por qué sucedían las cosas en Egipto.

Nos lleva a visitar las tumbas del valle de los reyes. En la entrada nos dan derecho para visitar tres tumbas. Su criterio para elegir tumba es simple y claro, hasta que pudiera ser razonable. Todas las tumbas son iguales, de modo que hay que elegir las que tengan menos gente. Vimos nuestras tres, todas diferentes. Mete prisa en las visitas a los monumentos y se las arregla para llevarnos a tiendas donde tiene comisión. Todo ello salpicado por chistes, más o menos groseros, algunos conocidos, interpretados por alguien que no conoce perfectamente el castellano, lo cual da a todo un aire aun mas surrealista.

Tramposo, pesado, chulito e inculto podría ser una buena definición de nuestro Gargamel. Alguien que odia a sus clientes viajeros, pero que tiene que respetarlos de alguna manera, pues es justamente de los pitufos de donde sale su sustento diario.

Es una extraña ventana a un país la que proporciona el turismo industrial(izado). Los guías son los embajadores, los camareros y comerciantes sus ayudantes.

Pero dejando al lado nuestro guía, quedan muchos detalles industriales. En los barcos casi han borrado los letreros en árabe, los camareros te hablan en castellano y la navegación consiste en un paseo en caravana de extraños barcos de río con forma de rascacielos que no aguantarían un par de olas marinas serias. En las paradas se forma un extraño ejemplo de urbanismo fluido. Los barcos (motonaves) aparcan en segunda,tercera, ... quinta fila, intercambiándose los lugares a lo largo del día y teniendo que pasar por todos los barcos intermedios hasta llegar a tierra. Al volver “el hotel” está en otra calle.

Las tiendas recomendadas por el guía siempre lo son por serlo de “alta calidad” Por ejemplo en una que vende vasijas de alabastro presenta una demostración con tres operarios labrando cansinamente una vasija. El extenso almacén contrasta con las escasa productividad de los artesanos. En cuanto los turistas dejan de mirar ellos cesan de trabajar.

Los monumentos egipcios son impresionantes, pero a ello espero dedicar otro post, sin embargo si corresponde hablar de las condiciones de la visita. Todo es masivo hay momentos que la estancia en algunas partes de un templo recuerda al empaquetamiento denso de los pasajeros del metro de Tokio. Uno está siempre rodeado de guías vociferantes que dicen parecidas chorradas en varios idiomas. Varias visitas son nocturnas con los templos iluminados tipo "Luz y Sonido".


Ojo, que nadie se crea que lo estoy pasando mal.





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