Las gentes de la Izquierda Abertzale tienen razón cuando piden que se condenen los crímenes del GAL y de las Fuerzas del Estado. Casos como los viles asesinatos de Lasa y Zabala no deben ser olvidados. Los crímenes cometidos por las fuerzas de seguridad son doblemente graves, porque ellas están ahí para defender a la ciudadanía y cuando se saltan las leyes y normas dejan a la población indefensa. Conozco a muchos socialistas que se avergüenzan de aquellos tiempos y condenan las acciones de "guerra sucia". Desde luego el Lehendakari ha incluido a las "otras víctimas" dentro de las que deben tomar contacto con los escolares en la campaña de educación por la paz. Sin embargo hay que considerar que el GAL acabó hace más de 20 años. Qué nadie se reclama de esa organización y que muchos de los protagonistas de aquellos hechos dieron con sus huesos en la cárcel. Por cierto, si muchos de los condenados del GAL y la guerra sucia pudieron aprovecharse de los beneficios penitenciarios fue porque no tenían una organización por encima de ellos que les impedía utilizarlos. Al contrario de muchos de los actuales presos etarras, que como dice la directora de prisiones Mercedes Gallizo, tienen una doble condena, la que les impone los jueces y la que les impone su organización, al prohibirles pedir cosas como el tercer grado.
Las gentes de la Izquierda Abertzale tienen razón cuando condenan un nuevo crimen de violencia de género en su feudo de Hernani. La violencia de género hay que combatirla.
La izquierda abertzale sabe usar la palabra condena ¿Pero si hablamos de ETA? Ya no se puede condenar. Entramos en las medias palabras, en los eufemismos y en la simple manipulación de las palabras. Por ejemplo Martín Garitano, ha asegurado que "ETA ha dejado las armas" porque considera que el adjetivo "permanente" de la tregua declarada por la banda es "sinónimo" de "definitivamente". Puede que para el diccionario sean sinónimos, lo que es claro no lo son para ETA que estaba en "tregua permanente" cuando el atentado de la T4.
Las gentes de la Izquierda Abertzale no tienen razón cuando no condenan los crímenes de ETA.
¿Por qué condenar es una palabra prohibida para referirse a ETA? ¿Por qué se puede utilizar para describir otros crímenes que sucedieron hace mucho más tiempo? ¿Tienen otro color la sangre de Txiki y Otaegi, de Lasa y Zabala que la del Miguel Angel Blanco? Los crímenes de ETA son de hace un rato y nadie nos puede asegurar que se hayan acabado.
Las gentes de la Izquierda Abertzale no tienen razón cuando condenan los crímenes del franquismo y no lo hacen con los que todavía están vigentes. Como dice Oscar Rodriguez
"No se puede abanderar la petición de verdad y memoria" para los crímenes del franquismo y negar la misma exigencia para los cometidos por ETA. Aunque "no hay ninguna ley que obligue a pedir perdón o a explicar todo lo que ha sucedido", la convivencia "sí lo exige".Exijan a ETA que se disuelva, que dejen las armas de verdad. Porque los circuitos electrónicos temporizadores para hacer bombas son también armas y no los han dejado. Es algo que deberá pasar pero que todavía no ha pasado.
No quiero terminar sin decir que aunque lenta y contradictoriamente Bildu se mueve. Como muestra la declaración de rechazo de la Diputación de Gipuzkoa al ataque sufrido por el monolito que recuerda a Juan Mari Jáuregui, asesinado por ETA en el año 2000. La verdad es que se mueven a empujones. Sigamos empujando.
Imagen de nabaizaleok
1 comentario:
Sineramente, creo que has perdido el norte. Estás tan obsesionado contra los nacionalistas que el péndulo te ha enviado al otro extremo, al de los que menosprecian todo lo que no es como les gustaría que fuese
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