sábado, 21 de mayo de 2011

We camp

Hoy he visitado la acampada de Bilbao en el Arriaga. Yo creo que había un par de miles en la asamblea. Me ha resultado emocionante. Me traía recuerdos. Los de finales de los 60 cuando había asambleas, en donde se defendían todo tipo de ilusiones. Unas cosas eran posibles y se realizaron. Otras eran también posibles y no se consiguieron. Otras por supuesto, eran imposibles, aunque constituían una guía utópica interesante y también había soberanas tonterías, junto con cosas claramente equivocadas. Aquel movimiento estudiantil, en el que tuve el gusto y el honor de participar, tuvo un papel importante en la conquista de las libertades en España. Y eso a pesar de que muchas de las ideas que defendíamos estaban francamente desenfocadas. No importó, porque íbamos en la buena dirección.

Bueno, pues mientras veía a los concentrados en el Arriaga se me agolpaban los recuerdos. Oyendo las variadas intervenciones veía la frustración de muchos jóvenes. Por primera vez en muchos años, tal vez les espere un futuro económico peor que el de sus padres. En contra el desempleo y el trabajo precario y basura. Peticiones de hipotecas con limitación de garantías. Cambio de sistemas electorales. Salarios máximos. Nacionalización de la banca etc ...

Y este movimiento se ha producido en plena campaña electoral, lo cual le añade un plus de complejidad a la cuestión. No defienden la abstención, pero es muy posible que haya un aumento importante en el voto en blanco y nulo. Al tiempo, partidos como Izquierda Unida andan con el cazo puesto. Mezclados con gentes que por primera vez han ido a asambleas, aparecen miembros de pequeños grupos sociales y políticos, que jamás han disfrutado de una audiencia semejante. Pero hay una resultante de todo ello y me parece muy positivo. La convicción de que la crisis ha creado una situación insoportable. La convicción entre los asistentes de que la pasividad no lleva a ninguna parte. La convicción de que hay que implicarse y que "pasar" no es una buena actitud.

Hay otra consideración muy importante para el País Vasco: la calle no es de Batasuna. Bildu ha dejado la calle a otra gente, gente que no habla de identidades ni de problemas ideológicamente construidos. ¿Alguien imagina que esto hubiera podido suceder sin la sentencia del Tribunal Constitucional autorizando a Bildu? Mientras estaba en la plaza hubo una intervención que me pareció significativa. El orador señaló que
las amas y aitas deberían estar en la plaza, pero que su ama le había dicho que tenía miedo.
Y desde la plaza le decía:
ama no tengas miedo, aquí no pasa nada.
No hay duda que el miedo está desapareciendo del País Vasco.

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