Eso es lo que parece que ha sucedido con el asunto Bildu. Santa Teresa de Avila ha tenido razón. Los caminos han sido tortuosos pero la decisión ha sido adecuada. El que no se pudiera presentar Bildu a las elecciones era, si se me permite decirlo, impresentable.
Ya sé que todas las decisiones tienen diferentes facetas y les toca a los políticos valorarlas todas, antes de tomar una decisión. Pero probablemente a los ciudadanos les queda otra tarea, la de expresar claramente su punto de vista, parcial pero absolutamente auténtico.
No me referiré a los efectos que hubiera tenido una prohibición de todas las candidaturas de Bildu. Me resultan tan evidentes que no hablaré de ello.
Sin embargo, sí me parece importante referirme a los efectos que ha tenido el camino de "renglones torcidos" que ha conducido a esta decisión.
Todas estas semanas, en un periodo en que una ley prohibía cualquier cosa parecida a una campaña electoral, resulta que todo el mundo ha ayudado a Sortu, queriéndolo o no, a desarrollar una impresionante campaña electoral.
Ha resultado palpable que aunque la independencia judicial existe, en el sentido que cada juez dice lo que le da la gana, parece que las posiciones ideológicas de los jueces coinciden en general con las de quien le propuso y cuentan más, que lo que podemos calificar como pura técnica jurídica.
Ha aparecido una grave brecha entre el País Vasco y lo que se llama la España no periférica. Para la mayoría de la España no periférica era muy difícil de entender que lo de Bildu era diferente de ETA. Ahora les queda a los dirigentes del área la responsabilidad de explicar la letra y el espíritu de la sentencia del Tribunal Constitucional.
Todavía me entra el nervio de pensar que la decisión se ha tomado por un 6 a 5
3 comentarios:
Pues yo, aunque comprendo y respeto tu postura, sigo pensando que es un grave error que se haya legalizado a Batasuna, que en realidad es de lo que se trataba.
Si teníamos alguna expectativa de que ETA echase la persiana antes de las próximas autonómicas manteniendo la ilegalización, ahora ya nos podemos ir despidiendo.
En fin, grave error con consecuencias nefastas, como no tardaremos en comprobar.
Pensaba que eras, en otro tiempo, partidario de la Ley de partidos pero debía de estar equivocado.
Creo que el Constitucional ha tomado su decisión aplicando la Ley de partidos
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