No cabe duda que el País Vasco es tierra de buenos gestores. Sin ellos no cabe explicar el éxito de la industria vasca. Si como sabemos, muchos de los capos industriales son de tendencia PNV, resulta muy razonable decir que el PNV tiene buenos gestores, al menos para gestionar los negocios propios.
Hay que reconocer que la gestión de lo público tiene características propias. Se dispara "con pólvora del rey". Cuando uno gestiona no arriesga su propio patrimonio. La gestión pública rigurosa precisa de que los gestores consideren lo público como algo más sagrado que lo propio.
Tal vez sea en este terreno donde el PNV ha demostrado graves carencias. Acostumbrado a que los errores de gestión no se pagaban, a que no pasaba nada. Las instituciones regidas con el PNV han manejado los dineros públicos con lo que podemos llamar cierta alegría.
Están apareciendo ejemplos con cierta frecuencia. Señalaré un par de ellos que están de actualidad. El caso Epsilon Euskadi. El asunto ha sido descrito pormenorizadamente en la prensa diaria así que no entraré en detalles "gore". Pero si quiero destacar que con toda seguridad el gestor jeltzale vio entre sueños a la ikurriña ondeando en los circuitos de Fórmula 1 y se le nubló la vista. No pudo ver que los números no "daban" por ningún lado. No entramos en la posible cadena de favores que pudo haber. Simplemente destaco que ha sido un ejemplo de clara mala gestión y de cómo se utiliza el dinero público para proyectos que tienen un fondo ideológico.
En El Correo de hoy tenemos otro caso. Euskotren pagó 26 millones para comprar 8 locomotoras. Lo hizo en una adjudicación de 12 locomotoras de carga dentro un pedido total de 37,5 millones de euros. La adjudicataria fue la empresa vasca Ingeteam y la adjudicó la consejería de Transportes, entonces al mando de Nuria Lopez de Gereñu, ahora en Confebask. La licitación de las 12 locomotoras se realizó en el marco de un plan para el desarrollo del transporte ferroviario de mercancías. Pero hubo una mala gestión, se empezó la casa por la locomotora y no se desarrolló nada de la infraestructura viaria necesaria para que pudiera haber un desarrollo del transporte de mercancías. Hoy día las locomotoras EuskoKargo, que en realidad no se sabe si funcionan muy bien porque apenas se utilizan dos, suponen una "euskocarga" de 3,4 millones de pérdidas anuales por depreciación.
Los gestores públicos del PNV están acostumbrados a hacerlo en épocas de abundancia donde unas decenas de millones de euros apenas se notan. Pero no están acostumbrados a hacerlo en épocas de apretarse el cinturón. Si comparamos en el ejercicio de 2010 la acción del Gobierno vasco con la de las Diputaciones, todas ellas en manos del PNV, se observa que el Gobierno vasco ha reducido el gasto corriente un 0,6 %. Por el contrario las Diputaciones aumentaron un 6.0%. Si miramos la inversiones resulta al revés. Las inversiones reales han crecido en el Gobierno vasco un 23,6%, mientras que las de las Diputaciones han disminuído un 14,3%
¿Cual es la gestión adecuada para tiempos de crisis? ¿Aumentar el gasto corriente y disminuir la inversión? o ¿Aumentar la inversión y disminuir el gasto corriente?
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