Desde mi exilio temporal en el Mediterráneo me llegan los ecos de la victoria del Athletic. El partido lo pude vivir en un bar llamado Atxuri rodeado de entusiastas que tuvimos ocasión de entonar tres veces gol. Pero lo que me he perdido ha sido el después. Desde Pozas hirviendo o los niños de las escuelas volviendo a casa con la cara rojiblanca pintada.
Me preocupa que celebremos tanto ganar una semifinal. ¿Es que queremos celebrar por lo menos algo, no sea que no ganemos la final? Yo creo que demuestra que la gente está hasta los mismísimos de todo, de la crisis , de ETA, de los gobiernos, de las elecciones y quiere celebrar algo como sea.
Puede decir alguien que esto ocurre porque llevamos 24 años sin ir a la final, pero no es cierto, no es el fútbol. Es la repercusión de la vida en el fútbol. Curiosamente el Athletic de Bilbao todavía agrupa (a pesar de que en ocasiones ha sido utilizado por algún sector nacionalista) a gentes de todo el arco político, al menos vizcaíno. Desde el PP, hasta las gentes que no han podido (querido) presentar una opción política legal. Mi hipótesis es que la gente quiere que le den por lo menos alguna buena noticia.
Así que a ver si ganamos la final .... ¡Qué habrá que celebrarlo!
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