miércoles, 30 de julio de 2008

Protocolo Garzón

Sabemos que Garzón es un personaje controvertido. Si uno va a Chile es San Garzón perseguidor de pinochetes. Por aquí hay mayor división de opiniones. Lo que es cierto es que no para de trabajar y de salir en la tele. Ha sido protagonista en la última redada contra ETA.
Si hay detenciones en seguida aparece la palabra tortura. Esta vez también.
Así lo refleja el diario Gara:
Askatasuna aseguró ayer que los diez jóvenes detenidos la semana pasada acusados de pertenencia a ETA denunciaron en su declaración ante el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón haber padecido malos tratos durante el tiempo que estuvieron incomunicados en manos de la Guardia Civil.

Según dio a conocer el organismo antirrepresivo, los arrestados denunciaron ante el juez haber recibido golpes en la cabeza y en los testículos y amenazas de violación. Asimismo, en algunos casos les habrían aplicado «la bolsa» y sufrieron amenazas de que les iban a aplicar los electrodos.

En esa misma línea, los detenidos habrían relatado a Garzón que han sido obligados a permanecer en posturas forzadas y a realizar flexiones durante mucho tiempo. A pesar de las denuncias realizadas ante el propio juez, el magistrado ordenó el ingreso en prisión de siete de los arrestados.
Sin embargo en estas detenciones se ha aplicado el llamado "protocolo Garzón". Este protocolo incluye por una parte visitas diarias de un médico de confianza de la familia del detenido. Un médico sin relación alguna con policía o judicatura. Así lo cuenta en Diario de Noticias de Guipuzcoa
refiriéndose a la médico guipuzcoana Matti Iturralde.
Según explica esta voluntaria, el Protocolo Garzón contempla cuatro condiciones para que el médico de confianza pueda estar presente. La primera, que el propio detenido acepte; la segunda, que se comuniquen en castellano; la tercera, que las preguntas se atengan a su situación sanitaria y su estancia en régimen de incomunicación y la cuarta, que todos los informes sean secretos.

Concretamente, los exámenes médicos, que se realizan cada 8 horas durante el periodo de incomunicación según la legislación vigente, consisten en un interrogatorio en el que se pregunta al detenido si ha recibido malos tratos y sobre las condiciones (si hay ruidos, luces, medidas de contención, comida, etc.) en las que permanece arrestado. Posteriormente, se hace una exploración corporal. A partir de ahí, el forense realiza un informe y el médico de confianza otro, y ambos son entregados al juez que tomará declaración a los detenidos.
También dentro del protocolo, según Deia
se contempla la grabación de los interrogatorios a los detenidos durante su estancia en dependencias policiales bajo el régimen de incomunicación
La tortura es una de las actividades humanas más despreciables. Acabar con ella es una de las cosas que más puede ennoblecer un estado democrático. Sea pues bienvenido el protocolo Garzón. Sin embargo, ¿es suficiente? Por una parte hay jueces que no aceptan este protocolo y eso muy mala noticia. El protocolo permite no solo proteger a los detenidos de las posibles torturas como también proteger a los propios policías de las acusaciones de tortura.

Sin embargo el Gara ha seguido raka-raka con las acusaciones de tortura. ¿Es insuficiente el "protocolo Garzón"? o simplemente ¿Los acusados de ETA tienen que seguir con su costumbre de denunciar torturas, las haya o no?

A mi me gustaría que Garzón declare que no ha observado ningún indicio de tortura. Y que esto lo dice después de haber visto los videos de los interrogatorios y haber leído los informes de los médicos. Esto creo que reforzaría la autoridad moral de la policía.

Hoy día hay buena parte de la población no está segura que no haya habido casos de tortura. Además estudios de organizaciones independientes como Amnesty Internacional alimentan esta creencia. Y además resulta más creíble que uno cante porque le hayan zumbado o porque tenga miedo a que le zumben, que simplemente se declare en contra propia tras un inteligente interrogatorio. También y completando el razonamiento, habrá quien, habiendo confesado, le parecerá "más estético" decir que le torturaron, que decir que lo confesó libremente.

¿Qué quiero decir con todo esto? Establecer unos protocolos que garanticen que se pueda demostrar que no hubo torturas y malos tratos es hacer doblemente eficaz la acción policia. Es despojar a los terroristas de los últimos argumentos que se atreven a manejar.

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