Hubo no poca gente alegre por la victoria de la selección española en Bilbao, por ejemplo. Pero no salió la gente a la calle para celebrarlo. ¿Es por nuestro natural espíritu de contención al celebrar cosas? o tal vez ¿Por un estilo precavido aprendido con los años, de que hay cosas que mejor se celebran en la intimidad?Una amiga me señala que no fue así y me ofrece este link
La escena sucede en la plaza Elíptica bilbaína uno de los lugares habituales de manifestaciones en la villa bilbaína. En esa plaza se encuentra la subdelegación de Gobierno con el correspondiente sistema de protección de guardias civiles. La presencia de guardias le da un especial morbo a las manifestaciones que se dan ahí. A la izquierda abertzale le parece un buen lugar de manifestación. En general los guardias civiles cierran la puerta y se esconden un poco (no siempre). A los manifestantes se les sube un poco la adrenalina, lo cual es bueno para que la manifestación sea más militante. Pero cuando es el PP el que se manifiesta los manifestantes se sienten protegidos por unos auténticos ángeles de la guarda y pueden disfrutar del placer de decir lo que les da la gana.
Bueno y ¿Qué es lo que dicen? pues lo que se dice en manifestaciones similares del resto de España: sentimiento de identidad española, nacionalismo español en diversas versiones y dosis y luego todo aquello que la gente puede decir bajo la influencia del alcohol y otras drogas. Pero hay diferencias. La política está mucho más presente. Se produce el efecto champán. Sentimientos contenidos, a veces no muy presentables, salen al público de una vez y a la vez. Es un espectáculo que tira para atrás, pero como muchas otras celebraciones deportivas solo tiene sentido si uno mismo está participando en la propia celebración.
Así que se atrevieron, aunque tuvieron que buscar la protección de la autoridad para ello
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