domingo, 18 de octubre de 2009

Erre de Ruido o de Racismo

Estos días ha aparecido en la prensa de Bilbao que unas canchas de baloncesto situadas en el parque de Doña Casilda han sido desmontadas por orden de un juez. Aunque las sentencias de los jueces deben de ser respetadas también pueden ser criticadas, como así merece este caso. Los vecinos de las llamadas casas de Lezama-Leguizamón (apellido de gran ringorrango en la capital bilbaína) presentaron una denuncia por el ruido que producían los baloncestistas.

Resultó que se observaron picos de 42 decibelios, cuando lo máximo legal era 40. El ayuntamiento se preocupó buscando canastas menos ruidosas, con lo que con toda seguridad ya se está debajo de los 40 decibelios. También envía diariamente una patrulla de la policía municipal para evitar que la actividad lúdica se prolongue más allá de las 10 de la noche.

Ahora empieza lo bueno. Los vecinos se niegan ahora a que se repitan las mediciones. También han rechazado la oferta que ha hecho el ayuntamiento para poner gratuitamente a todo el vecindario ventanas mejores en las que se aislen del ruido residual. Es decir el mismo sistema que se utiliza para aislar acústicamente al vecindario cercano al aeropuerto.

¿Cuál es la razón por la que los vecinos se niegan a una propuesta tan razonable? Sí, hay truco. Buena parte de los jugadores son subsaharianos (esto es negros), otros latinoamericanos, chinos o marroquíes que se juntan en amable compañía con gentes de Bilbao de toda la vida. Es uno de los lugares donde se puede ver a la integración y convivencia funcionando. Es un lugar tranquilo, yo he pasado por allá muchas veces, donde no se ven broncas. Eso sí es gratis, con lo quienes quienes van por ahí no suelen ser, en su mayoría pudientes. Eso es lo que parece que molesta a los vecinos de Gran Vía 60. Si las gentes que juegan fueran niños pijos no tendrían mayor inconveniente.

Mañana lunes 19 de Octubre habrá una concentración en el lugar. Se recomienda llevar un balón. Espero participar

1 comentario:

Unknown dijo...

Cerca de mi casa hay una pequeña cancha de fútbol. Se reúnen allí muchos latinos, junto con cuadrillas del pueblo. La verdad es que es una gozada verlo. Eso sí que es integración en vivo y en directo, y además sana, a través del deporte.

Que se quieran cargar eso por un poco de ruido me parece increíble. Sobre todo viendo el escándalo que hay por las noches en los centros de los pueblos y en las zonas de botellón. Pero eh, eso sí, en este caso los culpables suelen ser 'locales', así que se tiene más manga ancha.

En fin, una lástima, y suerte en esa concentración.