El diecisiete de Octubre se celebrará en Madrid una manifestación contra los derechos de las mujeres bajo el lema de POR LA VIDA, LA MUJER Y LA MATERNIDAD, CADA VIDA IMPORTA. Una de las conquistas de las fuerzas progresistas fue el derecho al aborto. En buena parte, fue una conquista basada en la importante movilización social que hubo en la época.
Así que no se puede decir que me haya causado gran placer ver la mesa de campaña antiabortista en medio de la Gran Vía bilbaína.
Pero quiero contemplar esta cuestión desde otro punto de vista, desde el punto de vista de la libertad de expresión.
El otro día vi a familiares de presos de ETA (o relacionados con ETA) concentrados en el Arenal. Las personas reunidas peleaban por lo que consideran derechos de sus familiares presos (no llevaban sus fotos).
Tal vez lo hayan hecho más veces, pero para mi fue la primera vez que me encontré a las antiabortistas ofreciendo plazas en sus autobuses para ir a Madrid.
No me gusta ni lo que piden los familiares de presos, ni tampoco lo que demandan los antiabortistas, pero estoy muy contento de vivir en un país donde tanto unos como otros se puedan expresar en la Gran Vía bilbaina.
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