Supongamos que tenemos dos organizaciones siamesas es decir, dos organizaciones que aun siendo diferentes comparten "órganos y circulación sanguinea" y que en definitiva comparten su futuro. De manera que dificilmente (tal vez imposible) pueden hacer otra cosa que tener en cuenta a la otra parte.
Supongamos que las dos organizaciones, que llamaremos organización púrpura y organización verde tienen dos caminos de actividad: el camino A (la violencia) y el camino B (la politica). En la organización púrpura el sector A es mayoritario y en la verde el B. Hasta ahora esos dos caminos se podían seguir independientemente. Los púrpuras por un lado y los verdes por el otro. Pero en este momento resulta imposible.
¿Qué salidas quedan? Una es la operación de separación. Sabemos que las separaciones de siameses son peligrosísimas y que dificilmente sobreviven las dos partes vivas, siendo muy corriente que las dos fallezcan. Muchas organizaciones pueden entrar en un camino hacia el suicidio, pero eso sucede cuando se cree que no existe otra salida.
Hay otra posibilidad. Que en la organización verde el sector B deje de ser mayoritario y que por tanto el sector A domine tanto en la organización púrpura como en la verde. O que por el contrario en la organización púrpura el sector A deje de ser mayoritario y que por tanto el sector B domine tanto en la organización púrpura como en la verde. Es decir que haya un cambio de las mayorías.
Añadamos un dato más la organización púrpura es una organización clandestina cuyo mecanismo principal de cambio de opinión es o bien el abandono voluntario o forzoso de militantes de la organización o la incorporación de nuevos elementos. En cuanto a la organización verde es relativamente sensible a lo que piensa el resto de la sociedad.
Teniendo en cuenta estas consideraciones mi conclusión es que Arnaldo Otegi debería estar muy contento de las últimas detenciones que ha habido en Francia.
5 comentarios:
Está muy bien la teoría, incluso puedo compartir parte de la conclusión, aunque llevada hasta sus últimas consecuencias, ¿precisamente la detención de Otegi y otros líderes de la IA no está debilitando la parte B (la política)?
Eso parece Paul, el gobierno parece que desea que los de la B sean mayoría llevando preso a uno de los principales representantes de A.
Cabría añadir otra relación. Dentro de los púrpuras y de los verdes se produce un debate entre la opción A y B. Digamos que, relativamente considerados, en el espacio verde se produce una mayor permeabilidad en el debate, que la que aparece en el sector púrpura.
¿Qué efecto tiene una acción de represión sobre dirigentes de la opción B entre los verdes? ¿La debilita? Puede que no.
Si simplificamos, podríamos decir que la opción A se mueve en el terreno de de los sentimientos o dicho en otros términos en el de "los huevos", mientras que la B en el terreno del estudio de la relación de fuerzas o dicho de otra manera en el de "la razón"
Cuando el debate se situa esquemáticamente entre "los huevos" y "la razón" dificilmente convencen unos a otros con las propias armas. Por el contrario en el debate los de "los huevos" (A) tienen mostrar "razones" si quieren convencer a B. Y los de "las razones" (B) tienen que demostrar que tienen "huevos" si quieren influir a A.
En el caso del sector B de los verdes sus dirigentes necesitan ser mandelizados si se quiere que tengan una mayor autoridad sobre el sector más "huevístico". ¿Puede alguien "no reprimido" ejercer alguna autoridad sobre la gente que siente que se juega su vida?
¿Alguien cree que el debate en Batasuna hubiese sido más favorable a posiciones digamos "pacíficas", si lo hubiera dirigido hoy Arnaldo Otegi en persona?
Thooby, esa hipótesis es un poco maquiavélica. Casí supone decir que Otegi quería ser encarcelado para reforzar su imagen e influencia sobre las bases de Ezker Abertzalea. Si este tipo de cosas pueden ocurrir, con la ayuda imprescindible del Gobierno, no sé qué hago trabajando en estas historias.
Bueno Paul yo desde luego no sostengo que Otegi quisiese ir a la cárcel. Me parece muy improbable. Tampoco creo que el gobierno quisiese tener una jueza impresentable juzgando a Otegi. No, solo creo que lo que le ha sucedido, aun siendo personalmente doloroso, no pienso que le perjudique políticamente. Tampoco creo en excesivas conspiraciones, pienso que siempre suceden muchas cosas incontroladas y el arte de la política es muchas veces saber cabalgar con lo que a uno le viene dado.
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