viernes, 26 de marzo de 2010

Gastronomía y negocios

No hay lugar a dudas las sociedades gastronómicas son lugar de negocios y también de corrupción. Alfredo de Miguel lo tenía claro. Para hacer sus chapuzas necesitaba una sociedad instrumental. Pero ¿dónde poner el domicilio social? Bueno, lo lógico,  en el lugar donde se producen los negocios, en la mismísima sociedad gastronómica.

Así que el PNV está un poco preocupado. Se encuentra con un dirigente  imputado de cohecho, con toda su presunción de inocencia, pero con muy poca probabilidad de inocencia. Eso después del escándalo del candidato Jauregi y de la corrupción que apareció en torno al museo Balenciaga

La corrupción es una tentación muy fuerte para todo la gente que trabaja en las instituciones en puestos de responsabilidad. Son personas que tienen sueldos, aunque  más que dignos,  muy inferiores a los que disfrutan personas de similares responsabilidades en el mundo de la empresa. Gentes que pueden ver pasar por sus manos millones y millones de euros cuando su sueldo anual no llega a los seis dígitos.  En ese sentido es aun más meritorio que la inmensa mayoría de los políticos no metan la mano en el cajón.

Aunque sistemas de control eficaces y transparentes son absolutamente necesarios, no hay duda que el mayor antídoto contra la corrupción es un aumento de la moral pública. Esta no es la misma en todos los países. Hay países donde "no robar", si uno está en un puesto de la administración, significa para todo el mundo que uno es simplemente tonto. En estos países el problema sería que "fulanito roba demasiado", pero no el hecho de aprovecharse del cargo. Pero hay otros países donde el mismo hecho es socialmente absolutamente reprobable. En España nos encontramos en una posición digamos intermedia. No hay más que ver que los numerosos escándalos al más alto nivel del PP no le suponen una bajada significativa en sus expectativas de voto. Pero nadie se libra, también el PSOE ha tenido sus casos. Hace  pocos días Roldán ha abandonado la cárcel y  ... sin devolver un duro.

El PNV ha dominado de una u otra manera la mayoría los resortes de las administraciones de Euskadi durante 30 años. Su influencia entre los empresarios vascos le ha permitido una manera "muy natural" de financiación. De una manera "natural" las empresas de preponderancia nacionalista han obtenido (y obtienen) jugosos contratos, al tiempo que los empresarios nacionalistas de una manera también "natural" han tenido unas fuertes cotizaciones a su partido. Sin embargo aparte de este flujo "natural" siempre hay alguno que quiere optimizar este proceso dirigiendo un parte a los propios bolsillos. Lo curioso es que gentes inteligentes y experimentadas  hacen muchas veces movimientos totalmente chapuceros, cuando lo que está en juego son sus propias ganancias. Solo me cabe considerar una hipótesis: se sienten invulnerables, es la sensación que proporciona el poder cuando se lleva ejerciendo mucho tiempo, las alarmas se desconectan y todo es posible.

Habrá que ver que es lo que pasa con el PNV. Ya se sabe que cuando se tira de un manejo de cerezas pueden salir otras.


(Foto de bocadorada)

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