martes, 12 de mayo de 2009

Inquilinos y propietarios

En las administraciones públicas democráticas se da la extraña paradoja de que quienes mandan lo hacen temporalmente, son los inquilinos, mientras que quienes "obedecen" las órdenes, los funcionarios, son permanentes, son los propietarios. Queda de suyo que quienes "obedecen" en realidad "mandan" bastante.

Mikel Agirregabiria, funcionario gran reserva, ha publicado un post titulado Consejos de un funcionario viejo a un gobierno nuevo donde expresa muy gráficamente el tipo de contradicciones que se crean. El post es todavía más interesante cuando resulta que el nuevo gobierno es "el gobierno del cambio". Agirregabiria advierte contra la tendencia de no aprovechar todo el conocimiento acumulado en el funcionariado. Hay que ver las sonrisas de los funcionarios cuando ven que el "nuevo" pretende hacer algún cambio que el "anterior" también lo intentó con poco éxito. Pero no es que Agirregabiria no quiera el cambio. Todo lo contrario. Contrastan sus comentarios con otros al uso, pero contaré el secreto, Mikel practica la polírica.

El único comentario crítico que se me ocurre es el de si estos consejos se pueden aplicar a todos los funcionarios. Por ejemplo a quienes quieran seguir la consigna del PNV de que hay que gobernar desde abajo.

Aquí está el texto de Mikel:

Diez consejos a quienes ocupan, temporalmente, la dirección política del funcionariado, estable, para tratar de resolver los temas públicos de una sociedad moderna en plena crisis de transformación:
  1. "Jamás te olvides que estás para servir a quienes te han elegido,... y a todos los demás. No trates de salvar, ni siquiera de cambiar, el mundo (eso no lo espera nadie); basta con mejorar algunos aspectos decisivos del mismo en el área y en la escala que te correspondan".
  2. "Cuando subas por una escalera recuerda con quienes te cruzas, porque te los volverás a encontrar cuando desciendas. El responsable de un Departamento o de una tarea depende de sus colaboradores y del electorado, mucho más que en sentido recíproco".
  3. "No entiendas que la verdadera oposición es el funcionariado: Simplemente ellos estaban allí antes, acumulan mucha experiencia (y algunas inercias) y ya han visto tropezar a otros políticos muchas veces con obstáculos parecidos. Hazles copartícipes de tu visión, trabaja conjuntamente y seréis más eficaces".
  4. "Desconfía de los funcionarios-corcho que siempre que levantan el dedo para ocuparse de todo sin plantear dificultades: Nunca resuelven nada y te harán perder el tiempo".
  5. "Escucha a quienes ya lo intentaron antes y comparte con ellos tus argumentos y soluciones, aceptando las modificaciones que recibas si te parecen convenientes".
  6. "El éxito de la gestión con grandes estructuras y miles de colaboradores depende de saber delegar, marcando líneas, confiando en los equipos establecidos y evaluando los resultados".
  7. "Evita la concentración de poder y los cuellos de botella en las decisiones. Si la ciudadanía se cuentan por varios millones y el funcionariado por bastantes decenas de miles, quienes resuelven día a día deben ser muchos centenares".
  8. "Ten siempre presente una perspectiva de medio y largo plazo, conociendo la historia anterior para apuntar hacia un futuro más allá de una o dos legislaturas".
  9. "Sólo alcanzan un cierto grado de permanencia los sistemas que cuestan cambiar. Lo fácil es modificar los detalles para que el fondo siga inalterado, pero un gobierno se elige para tomar decisiones no triviales que creen un futuro mejor, con medidas que, probablemente, no serán ni evidentes ni populares".
  10. "Tienes poco tiempo y mucha tarea. Lo importante que exige cuatro años, empiézalo ya; lo urgente pero no relevante, eso puede esperar a una mejor planificación que se coordine con lo fundamental".
Estos consejos a los Consejeros no sólo pretenden ser válidos por el cambio completo de Gobierno, que algunos en Educación ya hemos vivido varias veces con diez titulares. Pueden ser valiosos en todo momento y en toda empresa o institución. Ya han sido participados con equipos anteriores, con una aceptación muy parcial y desigual. Es una lástima que la lucidez que se alcanza la clase dirigente política cuando se despide del gobierno (algo que inexorablemente sucede, antes o después), no se transmita íntegra a sus sucesores para seguir aprendiendo y creciendo.


3 comentarios:

Mikel Agirregabiria dijo...

¡Gracias, Thooby, por replicar y difundir mi post de madrugada!

Espero que desde Nicaragua, gracias a Internet, sigamos en contacto... porque te vas a perder muchas sesiones de nuestra metapolítica (así definida por ti) en Politika 2.0 y porque sigues siendo (y aunque no lo quisieras) uno de los mejores agitadores de nuestra "políRica".

Saludos y hasta pronto...

Unknown dijo...

Que interesante decálogo! Me hubiese gustado tenerlo a mano en mi empresa en cierto momento. Ojalá los del nuevo gobierno se lo lean, pero soy un poco escéptico al respecto: parece que nadie escarmienta en cabeza ajena.

Lourdes dijo...

Muy interesante el decálogo, pero como todos los decálogos incompleto. Tiene razón el autor con su comentario final. En este caso, además, son muchos los que estuvieron de inquilinos y vuelven, se quedan, a su papel de propietarios. Y esta mañana me lo decía uno en tránsito "volver para atrás es muy duro"....

Saludos y ánimo