martes, 26 de mayo de 2009
El gobierno sandinista sigue un proceso suave de aumento de control social. Un tipo de organizaciones que son vistas con muy malos ojos por el gobierno son las ONG. Me refiero por supuesto a las ONG que no son del Gobierno, pues hay algunas que no merecen ese nombre. Cualquier acción desde abajo no controlada por el poder se ve como un peligro potencial.
En especial son objeto de máxima preocupación aquellas ONG que promuevan capacitación, liderazgo, exigencia de cumplimiento de derechos, etc...
Según El Nuevo Diario hay circulando un borrador de manual, en discusión dentro del gobierno, que prohibe a las ONG internacionales todo tipo de apoyo a organizaciones político partidarias, establece un máximo de un 10% de personal extranjero en la ONG, un máximo de 25% de gastos indirectos (incluyendo asesorías, consultorías, capacitaciones y de apoyo administrativo). En caso de que el estado nicaragüense considere que se esta apoyando a ONGs nacionales que se consideren político-partidarias el proyecto sería inmediatamente cancelado y además se exigiría a la ONG internacional el pago de los impuestos que este proyecto hubiera originado en los últimos 18 meses.
En definitiva se trata de regular y limitar las actividades de las ONGs nacionales y establecer un sistema estricto de vigilancia sobre las internacionales. Un nuevo paso de la democracia sandinista.
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2 comentarios:
Haciendo un poco de abogado del diablo, he leído que tras las ONG se pueden esconder organizaciones extranjeras que utilizan esa cobertura para acciones políticas de desestabilización. ¿Puede haber algo de cierto en esa acusación?
Seguramente es lo que pasa. Los sandinistas piensan que la defensa de la legalidad y de los derechos humanos es muy desestabilizadora.
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