Las conclusiones se plantearon en cuatro ejes.
- Sufrimiento y víctimas.
- Derechos humanos y violencia.
- Diálogo político.
- Participación ciudadana y educación.
- 20. Educar en valores democráticos.
- 4. Educar para sensibilizar en responsabilidad, valores éticos y participación social.
- 6. Pensar a medio largo/plazo incluir a los jóvenes a la hora de buscar caminos y así ir construyendo la sociedad en la que se quiere vivir. La juventud a través de la participación debe tener un papel prioritario en el impulso dirigido al diálogo político a medio y largo plazo.
- 19. Establecer cauces de participación ciudadana.
- 8. Fomentar la participación ciudadana en ámbitos diferentes: escuelas, centros cívicos. . .
- 18. Desarrollar nuevos métodos de participación ciudadana.
- 7. La ciudadanía debe jugar un papel importante para la resolución del conflicto, anteponiendo el interés general al particular de los partidos políticos.
Las dos primeras (20 y 4), que hacen referencia a la educación, expresan un objetivo indispensable, el de la educación en valores democráticos: responsabilidad, valores éticos y participación social. Pero creo que hay una carencia importante. ¿Cabe hablar de educación en valores democráticos sin abordar la educación en la deslegitimación de la violencia? y más en concreto de la deslegitimación de la violencia que aparece legitimada para parte de la sociedad y en concreto para parte de la juventud. A mi me parece imposible. La tortura puede ser ocultada y negada, pero socialmente está deslegitimada. La violencia que todavía hay que deslegitimar es la de ETA
El punto 6 me parece un punto estratégico a medio plazo pero solo expresa una esperanza y un buen deseo. Depende de lo que se avance en los puntos siguientes, los modos, maneras, métodos y cauces para crear participación.
Los 19, 8 y 18 hablan de participación y creo que plantear este asunto como central me parece decisivo. El problema para mi es por un lado que se entiende por participación. Mucha gente está de acuerdo con la palabra pero luego entienden cosas diferentes. Algunas ideas que han circulado en el espacio politika2.0 creo que pueden ser aprovechables. Creo de todas maneras que éste podría ser el tema de una próxima encerrona.
El punto 7 me parece más problemático. Estoy de acuerdo en que "La ciudadanía debe jugar un papel importante para la resolución [de los conflictos]". No estoy de acuerdo con el término "conflicto" porque eso supone que hay un conflicto y todo el mundo está de acuerdo en que consiste. Como en toda sociedad plural hay muchos conflictos y las reglas democráticas pueden ser capaces de resolverlos o al menos de establecer unas reglas para convivir o hacerlos soportables. Pero el problema de ETA, el problema de gentes que no aceptan las reglas democráticas requiere un tratamiento específico.
Se contrapone la ciudadanía a los partidos "anteponiendo el interés general al particular de los partidos políticos". Pero la ciudadanía se compone de ciudadanos y ciudadanas y no hay cosa más particular que el interés de un ciudadano o una ciudadana. Los constructos de pueblo, ciudadanía, como depositarios de un interés general no dejan de ser una ficción. Por supuesto que los partidos se pueden apartar de los intereses generales (me atrevería a decir que sobre todo algunos). Pero contraponerlos a la ciudadanía no lleva a ninguna parte, los ciudadanos y ciudadanas deben interactuar con los partidos. Pero no creo que una sociedad sin partidos fuese más democrática. Otra cosas es que no me gusten las maneras de los partidos de hoy y que crea que los partidos deberían cambiar su modo de actuación. Eso último sí que creo.
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6 comentarios:
Muchas cosas tocas hoy, amigo Thooby. Ahora me refiero sólo a una. ¿Es verdad que "La tortura puede ser ocultada y negada, pero socialmente está deslegitimada".
Obviamente, la primera parte es verdad pero la segunda resulta mucho menos evidente. Casi nadie legitima verbalmente la tortura. Pero hay otras formas de legitimarla y es la de mirar hacia otros lados.
Y a mi me produce una honda preocupación el escasísimo interés que esta cuestión suscita en muy amplios sectores de la progresía (en el buen sentido del término) de España (en el sentido de Reino de España).
No cabe duda que ya no se tortura "como en la dictadura", ni como en los primeros tiempos de la transición. Tampoco cabe la menos duda que los detenidos acusados de pertenecer a ETA denuncian sistemáticamente que han sido sometidos a torturas. Y no suele haber manera de verificar la falsedad de esas denuncias.
Y este es el problema.
El llamado "protocolo Garzón" facilitaría esta verificación pero la mayor parte de las veces no se cumple. Y, sin embargo, los dispositivos técnicos para cumplirlo son tan elementales como baratos.
¿Por qué no se practica sistemáticamente la videoprotección de la gente detenida?
Sencillamente, porque no se quiere.
Si la opinión pública democrática lo exigiera no se si se cumpliría o no pero sí demostraría que la deslegitimación social de la tortura es real y profunda.
Pero la mayoría de la opinión pública más o menos progresista (no hablo ya de las otras) prefiere mirar para otro lado y ocuparse de otros asuntos menos deprimentes.
Yo creo, amigo Thooby, que sí que hay que deslegitimar más la tortura lo que, en nuestro casi significa deslegitimar la posibilidad de que se pueda torturar impunemente.
Fagocito, Creo que estoy básicamente de acuerdo contigo. Como puedes ver entre los cuatro temas tratados en la encerrona hay uno dedicado a "derechos humanos y violencia". Es en ese apartado donde preveo poner similares reflexiones a las tuyas.
En el post pretendía hablar de la deslegitimación de la violencia en la educación y quería señalar que no vale hacer un totum revolutum donde entran todo tipos de violencias. Creo que si preguntas a chavales en un instituto vasco creo que te dirán que "la tortura es mala" pero es muy posible que en más de un sitio te digan que "matar a un chivato o a un guardia civil no es especialmente malo"
Acuérdate, amigo Thooby, las fechas son propicias, de la parábola de fariseo y elpublicano
Coincido al 100% en el comentario de fagocito. Creo que hay que tomar las medidas para garantizar que no se tortura, y más que por el respeto a los detenidos (que también), sobre todo para mantener nuestra integridad ética.
La obtención de información para mejorar la eficacia de la lucha antiterrorista nos puede llevar cuesta abajo hasta Guantánamo (salvando las gigantescas distancias).
Por tanto, en la primera parte de la parábola estoy de acuerdo: no seamos como el fariseo. Pero lo que no veo, fagocito, es dónde está el publicano.
Los publicanos son, casi por definición, pobres y anónimos…
¡Vaya análisis más completo!
En general estoy de acuerdo en todo lo que comentas. A mí tampoco me gusta mucho usar la palabra conflicto para referirse a la violencia. Dejando aparte esto, estoy convencido de que la ciudadanía debe tener un papel principal en el trabajo por lograr construir una sociedad plural donde las diferencias se resuelvan pacífica y democráticamente.
En cuanto al tema de los partidos, la frase responde a una percepción muy extendida en la sociedad. Se considera que los partidos son grupos con intereses muy propios y ajenos al conjunto de la ciudadanía. No creo que sea así, aunque es necesario revisar las razones que han llevado a esta conclusión.
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