Me encuentro en Nicaragua, voy a pasar un par de meses. Son días lluviosos con temperaturas moderadas y también con el calorcito humano que despliegan las gentes nicaragüenses. Si nosotros tenemos elecciones el 20N, a ellos les toca el 4N. Si nosotros tenemos tenemos como expectativa un posible cambio de gobierno, la suya es, por el contrario, de continuidad.
Las elecciones nicaragüenses seguramente van a conseguir concentrar mucha de mi atención. No son como las de España. Desde por las características de los partidos en liza o la ley electoral, hasta porque la democracia tiene un desarrollo diferente.
Me llegan ecos desde mi tierra. Desde la nueva victoria del Athletic, hasta el último número coreográfico del aterrizaje de ETA. Leeré los periódicos casi todos los días. Mañana, ya tengo los papeles, iré a la embajada para tener derecho a votar.
Estos días, visito a mi amigos y peléo con la burocracia nicaragúense, pero son las pequeñas batallas de conseguir de nuevo un número de teléfono o que tu cuenta corriente funcione. Me voy acercando a las elecciones de acá, que como podréis ver tienen muchas peculiaridades.
No hay comentarios:
Publicar un comentario