jueves, 20 de octubre de 2011

Miradas y foco

Las elecciones de Nicaragua pueden verse desde diferentes miradas y desde diferentes focos. Tal vez una primera visión tenga que ser desde la distancia. Examinemos pues a los protagonistas.

El principal protagonista, favorito por demás, es el partido del gobierno, el FSLN (Frente Sandinista de Liberación Nacional). Es el partido que encabezó la revolución de 1978. Es un partido que se define de izquierdas y que está encabezado por Daniel Ortega Saavedra, uno de los comandantes de aquella revolución. Es miembro de la Internacional Socialista. Las encuestas le dan un 41%

Aparte de algunas pequeñas organizaciones que aunque tienen su importancia las dejamos para otro día, la oposición está dividida en dos grandes bloques el PLC y el PLI

El PLC fue uno de los partidos que derrotó al Frente Sandinista en 1990, apoyando a Doña Violeta Chamorro. En 1996 gana las elecciones y Arnoldo Alemán gobierna el país en el periodo 1997-2001. Las ayudas internacionales tras el desastre del Mitch son utilizadas en buena parte para su peculio personal. Esto trae como consecuencia que el siguiente presidente, Enrique Bolaños lo meta en prisión. Hoy de nuevo,  Arnoldo Alemán es el candidato. Las encuestas predicen un 11%

En cuanto al PLI es un pequeño partido que con diferente intensidad. combatió el régimen de Somoza y que apoyó la toma del poder de los sandinistas. En este momento es el paraguas en el que se agrupan la casi totalidad del resto de partidos. Su candidato a presidente es Fabio Gadea. Fue miembro de la Contra y para mayor picante diremos que es consuegro de Arnoldo Alemán. Las encuestas le asignan el 34%.

Con esta pequeña descripción y aplicando los esquemas al uso la cosa no podría estar más clara. Daniel Ortega es el candidato del pueblo y de la izquierda y los otros defienden los intereses de las grandes familias. No es exactamente mi opinión. La situación es muy compleja y tiene muchos ángulos. Intentaré, sin ánimo de presentar un juicio acabado, transmitir algunos elementos que configuran esta complejidad.

Examinemos a los actores: la clase política. Si en nuestro país los políticos son vividos por mucha gente como un problema, eso es "exagerado" si lo referimos a Nicaragua. Y tal vez además tengan razones para ello. Veamos sus sueldos. Así los describía el periódico El Nuevo Diario"
Cinco mil dólares mensuales como salario (90 mil 100 córdobas al cambio oficial actual), 420 mil córdobas anuales (23 mil 300 dólares al cambio) para becas y proyectos, cuyo uso es discrecional --cabe destacar que en la recién terminada legislación sólo 30 por ciento de los diputados rindió cuentas de ese dinero y del uso que le dieron--, 200 galones de combustible al mes (757 litros), que multiplicado al precio de ayer suman once mil 667 córdobas con 37 centavos.
Por supuesto esto es lo que cobran los diputados de izquierda o de derecha, sean revolucionarios o no. Hagamos la comparación con el salario mínimo nicaragúense. Tengamos en cuenta que muchísima gente no llega a cobrar ese salario mínimo que resulta ser un sueño. Según el Ministerio de Trabajo Nicaragúense MITRAB estos son los salarios mínimos de varios sectores:
SectorMensual (Córdobas)Anual (Córdobas)Anual (Dólares)
Agropecuario2004.76240571059
Minas y Canteras3669.03440281939
Industria Manufacturera2746.96329631452
Micro y pequeña industria artesanal y turística2349,55281941242
Establecimientos Financieros y seguros4571.90548622416
Gobierno Central y municipal2547.66305711346
Si hacemos la cuenta de dividir el salario mas extras de un diputado nicaragüense, algo así como 90.000 dólares, por el salario anual mínimo de un campesino, 1059 dólares, obtenemos que un diputado gana 85 veces lo que un campesino.

Ya choca que un diputado nicaragüense gane algo similar a lo que gana un diputado vasco. Pero la cosa queda aun más  escandalosa si se nos ocurre multiplicar el salario mínimo anual bruto español que es 8.979,60 por las 85 veces. El resultado nos daría un sueldo anual absurdo, nada menos de 763.215 euros. La comparación no tiene más valor que mostrar que para un político nicaragüense ser diputado es un auténtico chollazo y que con objeto de lograrlo los candidatos a diputados son muchas veces capaces de vender a su alma. Esto explica seguramente el trasiego de unos cuantos diputados  que son elegidos con siglas muy diversas en sucesivas elecciones.

Veamos otro aspecto: los impuestos. La ineficiencia en la recaudación de impuestos hace que, en la práctica, sea  un sistema totalmente regresivo, con un predominio absoluto de impuestos indirectos, sin grabar casi nada las rentas del capital. Añadamos que el actual gobierno del Frente de Liberación Sandinista no ha hecho nada para combatir el fraude fiscal.

En este post solo pretendo dar unas pinceladas de contradicción que pongan en cuestión el esquema izquierdas-derechas que alguien pudiera querer aplicar. El Frente Sandinista derogó el artículo que permitía que fuera legal el aborto terapéutico. Por cierto que este artículo del código procedía nada menos de los tiempos de Somoza. No es extrañar que este recorte de derechos de las mujeres coincidiera con la alianza del Frente con lo más reaccionario de la Iglesia Católica: su antiguo enemigo el cardenal Obando.

Hoy solo pretendo decir que la cosa no es tan sencilla como parece. Así que paro.

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