Desde lejos, con emoción

Tengo una linea lenta de Internet que además se corta. Han sido unas cuantas horas para poder bajar los 130 megas del discurso de Patxi López, el que es el Lehendakari de todos los vascos. Así me he podido emocionar oyendo sus sentidas palabras. Ver al Lehendakari llorando y con él a un montón de gentes que se la han estado jugando. Es extraño estar lejos, a miles de kilómetros, justo cuando se puede celebrar lo que hemos estado esperando durante tantos años.

El discurso de Patxi López, Secretario General de los socialistas vascos, expresa con claridad los sentimientos de quienes han estado aguantando mecha durante tantos años, de quienes han tenido que vivir un exilio interior en su propia tierra, de quienes han puesto unos cuantos muertos en la mesa y todo ello simplemente por defender unas ideas.

Me resulta inevitable referirme a la insensibilidad con que buena parte de la sociedad ha vivido esta tragedia. Ese corazón de hielo que todavía aparece en muchos responsables de Bildu y alrededores. Tal vez ahora, que ya no tendrán que salir a decir que "lamentan la muerte de fulano" pero que es "a causa del conflicto", podrán empezar a abrir los ojos y empezar a ser conscientes de la tragedia que han provocado y además ... para nada.

Ya sé que la sociedad vasca está enferma. Su enfermedad es crónica y por tanto difícil de curar del todo. Pero es fundamental que quienes provocaron la infamia no saquen provecho de ello. No cabe duda que los responsables de la izquierda abertzale no carecen de habilidad y que la capacidad de olvido de la naturaleza humana es casi infinita. Por eso será muy necesario recordarles que lo que hicieron durante todos estos años no fue ninguna epopeya, sino una tragedia. Una tragedia de la que son los responsables. Será imposible que actúen como demócratas de verdad si no llegan a asumir sus responsabilidades.