Dora María fue un tiempo comandante guerrillero. Más tarde, hace bien poco, le tocó oponerse a sus excompañeros sandinistas que querían acallar su voz y la de su organización, el MRS.
Dora María, como mucha gente de su generación, lucho por cosas imposibles. Se hizo mayor y se dio cuenta que así eran. Pero eso no le llevo a pensar que se debía ir a su casa.
Sacó la consecuencia opuesta: que había muchas causas posibles o que se podían hacer posibles y que merecía la pena luchar por ellas.
En el final de una charla de Dora María Tellez en las jornadas de Hegoa, Dora María lo explica con emoción y convicción.
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