Ya estoy en Nicaragua, donde mi perspectiva cambia. Es un país donde apenas se siente la crisis, porque siempre estuvieron en ella. Donde la vida política local nos haría percibir a un partido como el PP, como un partido decente. Donde la vida vale muy poco. Donde a pesar de todo la gente tiene bastante buen humor. Donde un puñado de dólares (no muchos) hace sentir a uno como poderoso. Donde hace sol por la mañana y llueve por la tarde. Donde la cerveza si no es fría no es cerveza. Donde la zalamería es ley de convivencia. Donde la pobreza te rodea. Donde la riqueza también.
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