sábado, 20 de marzo de 2010

Encuentro fortuito

Para los dirigentes de Batasuna que tuvieran la pretensión de separarse de ETA lo que ha pasado es lo peor.

Era buena una situación sin atentados, aunque estuviese acompañada de una fase oculta de rearme y reorganización de la banda. Una tregua tácita permitía a los dirigentes de Batasuna presentar la actitud de ETA como una obediencia también tácita a los "dictados" de Batasuna". Eso no es lo que ha sucedido. Ha quedado claro que la gente de ETA pasa ampliamente de los matices de las declaraciones de Batasuna. ETA no tiene el pincel fino y melifluo de los "caminos sin violencia", del "expresa su pesar y lamenta la muerte" o del "proceso" o el "conflicto político". ETA no tiene pincel, tiene brocha y gorda. De esas binarias que solo saben pintar "MATO" o "NO MATO".

Otra posibilidad hubiera sido un atentado de esos especialmente bestias que en ocasiones han ocurrido. Me refiero a casos tipo HIPERCOR o un atentado de los que matan a gentes que simplemente pasaban por ahí. A los dirigentes de Batasuna les hubiera permitido echar un rapapolvo a ETA con cierta convicción, incluso podrían haberlo "repudiado".

Pero no ha sido así. Ha sido una nueva demostración que donde manda capitán no manda marinero. Los supuestos dirigentes de Batasuna necesitaban la excusa de que había una "indignación en sus bases" para "verse obligados" a criticar a ETA. Pero es evidente que el asesinato de un policía francés (de esos franceses de ultramar que Le Pen no considera franceses verdaderos) no mueve el corazón de las bases de Batasuna entrenadas en tener el corazón de madera. No digamos nada si tenemos en cuenta que "no fue un atentado sino un encuentro fortuito", que "ellos no tenían intención en matar", que "se vieron obligados a defenderse", etc...

Este asesinato da el verdadero valor a las proclamas de Batasuna. Estrecha aun más el camino de la indefinición, de ese camino que busca hacer desaparecer a ETA y quedarse a la vez con los réditos de su "trabajo".

Brian Currin, nuestro experto internacional de moda, ha condenado "incondicionalmente el asesinato ilegítimo de un policía francés inocente que cumplía con su deber de mantener la ley y el orden en la ciudad de Dammarie-les-Lys cometido por miembros de ETA." Pero no ha criticado ni poco ni mucho la reacción de Batasuna ante el atentado. ¡Qué Santa Lucía le conserve la vista!

1 comentario:

Unknown dijo...

trenadas en tener el corazón de madera". Que gran verdad!